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miércoles, 2 de febrero de 2011

Como nos robaron la salud, el dinero, el amor... y el tiempo


Rafael Palacios
Rafael Palacios es un periodista comprometido con la verdad desde hace 20 a�os. Ha trabajado para medios oficiales como Telemadrid, Cadena Ser, RNE o revista Quo, antes de establecerse como periodista freelance.

Autor de la página web www.rafapal.com acaba de publicar un libro titulado "Extraterrestres" con la editorial Palmyra. Actualmente, publica en las revistas Año Cero y Discovery Salud.


Como nos robaron la salud, el dinero, el amor... y el tiempo
En el año 1999, durante un viaje a África en el que sucedió mi despertar y que dio origen a mi primer libro publicado, me juramenté llegar hasta el final del engaño en el que vivimos en el Planeta Tierra. Todo lo que he hecho después de aquello tiene su origen en aquel viaje.

Cuando estaba escribiendo mi libro "Extraterrestres" me vi -como os conté- en la nave de Luke Skywalker directito hacia la Estrella de la Muerte. Hace un año y medio, una pequeña editorial amiga me encargó hacer un libro sobre esta conspiración en formato bolsillo, accesible a todo el mundo. Decidí entonces entresacar la parte conspirativa de "Extraterrestres" e hilar todos los hilos que he ido desenredando en todos estos años como una única historia: "Cómo nos robaron la Salud, el Dinero y el Amor". Rápidamente, me di cuenta de que en esa historia faltaba el factor Tiempo, que es, como muchos sabéis, la base del funcionamiento cíclico de nuestra mente. Lo tenía todo en la cabeza. Después de diez años, todas las conspiraciones se habían unido en mi cabeza como una sola sin autocensurarme con el comunismo, el feminismo o el movimiento gay. Y ahí me puse el pasado verano, a enhebrar todo lo que había escrito hasta el momento (y las nuevas cosas de las que me iba enterando) y los chascarrillos que suelto en las conferencias como una sola historia: La Conspiración de la Historia.

Si en el libro de Extraterrestres, me veía como Luke Skywalker, en ésta me veía como Conan el Bárbaro introduciéndome en la estancia del banquero, armado de un micrófono en lugar de espada, para conseguir llegar a la Verdad. En ese momento, la cabeza del dragón-banquero-mago negro, rodaría por el suelo.